Hay algo en esta joya muy especial, el equilibrio entre sabiduría, feminidad y masculinidad y cómo este equilibrio nos lleva al conocimiento directo; al auto-conocimiento. 
La composición mineral de esta joya es un canto de amor y aceptación a nuestra composición a través del linaje materno y paterno. Reconocer y honrar nuestros orígenes sabiendo que a través de ellos hoy en día habitamos este divino planeta. Sabiduría, calma, ciclicidad y poder.
 
Turquesa Africana, Adularia (piedra luna), Calcedonia, Jade Blanco, Rudraksha.
 
Jade Blanco: 
El jade blanco aporta la calma y la paz interior, también influye en las relaciones humanas promoviendo y facilitando la amistad.Genera aceptación en el sentimiento de soledad .Ayuda a  elevar el nivel de conciencia de su portador  fomentando la templanza y la tolerancia. Activa cualidades positivas como la objetividad, la honradez.Invita a soltar el control y dejarte fluir con la vida aportando una mayor conexión con la intuición.
 
Calcedonia:
Aporta paz y tranquilidad, aumenta la generosidad. Trabaja la  inteligencia emocional y autoestima para potenciar un ambiente sano. Nos ayudará con el sentimiento y la abundancia en energía positiva, invitándonos a cumplir nuestras metas y llegar a ellas de forma más sana para nosotros. Otorga agudeza y destreza mental, potenciando el hemisferio de nuestro cerebro centrado en la creatividad. Estimula la creación de ideas, y de así tu comunicación es  más asertiva.
 
Adularia (piedra de Luna):
Representa el equilibrio emocional, ayuda a calmar y equilibrar las emociones y fomenta un estado de paz y tranquilidad. También representa la naturaleza cíclica de la vida y del ser humano. Potencia el principio femenino en las personas: intuición, receptividad y creatividad. Apoya la integración del equilibrio entre las energías femeninas y masculinas. Puede ser de gran ayuda para armonizar los desequilibrios hormonales femeninos. 
 
Turquesa Africana: 
Considerada la piedra de la evolución y sabiduría. Lleva a grandes cambios y transformaciones en la vida. Su energía alentadora abre las mentes a la posibilidad de novedad. Esta piedra nos ayuda a ver la necesidad de desarrollo y metamorfosis, y proporciona el equilibrio y la confianza necesarios para avanzar en el proceso de autodesarrollo. Renovará tu espíritu, energía y camino en la vida. La turquesa africana resuena dentro del tercer ojo, alineándote con tu sabiduría. La piedra despierta nuestros cuerpos espirituales a su propósito más elevado, compartiendo el conocimiento ancestral para guiarnos durante los períodos de cambio y crecimiento con una mente clara y enfocada. 
 
Semillas de Rudraksha: La historia cuenta que las semillas de Rudraksha son las lágrimas que derrama Shiva por compasión al ver el sufrimiento de los seres humanos. Estar en contacto con estas semillas es entrar en el corazón de Shiva y en su abrazo compasivo y auspicioso. Llevar Rudraksha ayuda a avanzar en el camino espiritual gracias a las bendiciones de Shiva, que nos da pureza de pensamiento, palabra y acción.